El pececito que nadó hasta el cielo
- Nina
- 27 feb 2019
- 2 Min. de lectura
Érase una vez un niño al que le encantaba imaginar que era un pececito y que nadaba por el mar. Salía cada día a jugar con sus amigos, su sonrisa inundaba el mundo y su mirada transmitía amor. Un día de mucha lluvia quiso salir a jugar con sus amigos pero por el camino se topó con un alma malvada que lo atrapó entre sus redes. El pequeño no pudo escapar de ella y con su maldad lo convirtió en un pez y lo hizo desaparecer. Aunque quiso retenerlo, lo que no sabía es que al pequeño le crecieron unas aletas inmensas para nadar y zafarse del mal. Entonces el camino del pequeño guerrero comenzó. Sus papis buscaron durante días a su pececito que estaba perdido y no aparecía. Pero el mundo se inundó de gente buena y bondadosa que dibujaron peces para ayudar a encontrarlo. Todos unidos, le dieron muchas fuerzas al pequeño y gracias a ellos el pececito fuerte y valiente no se rindió, pudo liberarse del mal. Empezó a nadar a través de todos los dibujos, a través de todas las mujeres y hombres buenos que le buscaron y le ayudaron a encontrar su camino lejos del alma malvada. Él lo agradeció dejando un poquito de su amor en cada ellos. El pececito luchó hasta que encontró el camino correcto y comenzó a nadar hacia el cielo, impulsado por toda la fuerza de la gente que lo ayudó.
Por el camino se encontró a muchos pececitos como él nadando, todos juntos comenzaron a cantar una canción mientras nadaban hacia un lugar mágico. En ese lugar mágico en el cielo se encuentran todos los niños que un día se convirtieron en pez. Allí no existen las almas malvadas, porque los malos no pueden llegar a ese lugar mágico, sólo hay lugar para el amor.
Cuando llegó, encontró esperándole a otros muchos peces muy fuertes y guerreros. Y así juntos, jugaron, bailaron, cantaron y fueron felices para siempre.
Cuento escrito para Gabriel Cruz, asesinado por una horrible bruja el 27/02/2018, hasta siempre pececito.
*Forma parte de Cuentos maravillosos para niños increíbles
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